“Recuerden, recuerden, el cinco
de noviembre. Conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es
la hora de evocarla sin dilación”. Con estas palabras empieza la maravillosa
película “V de Vendetta”. Llego algo tarde, pues ya es 6 de noviembre, pero aun
así aprovecho la ocasión para hacer este post sobre uno de los increíbles
monólogos de esta joya de película. El 5 de noviembre se celebra en Reino Unido
una festividad llamada Bonfire Night, donde se conmemora el fracaso de la
Conspiración de la pólvora. Este suceso aconteció el 5 de noviembre del 1605,
donde un grupo de católicos, entre los cuales cabe destacar a Guy Fawkes,
trazaron un plan para asesinar al rey Jacobo I y a su vez volar en pedazos el
parlamento. Dicha conspiración fue descubierta a tiempo, y todos sus
responsables condenados a la horca. Como honor al golpe fallido se celebra
dicha festividad donde hay hogueras y fuegos artificiales, y se queman
distintos muñecos, en su momento de Guy Fawkes, y actualmente, se han llegado a quemar muñecos de figuras como Adolf Hitler, Margaret Thatcher o incluso Tony Blair, entre otros muchos.
Tras esta breve introducción, voy
con el tema que interesa. V, el personaje enmascarado la película, intenta
recuperar aquellos ideales de rebelión de Guy Fawkes en una Gran Bretaña
ficticia, gobernada por una dictadura fascista que recuerda en muchos aspectos
a la nazi. Para ello, usa el mencionado 5 de noviembre como el día D, el
día clave donde el pueblo se revelará y estallará el famoso edificio del
parlamento. De hecho, la famosa máscara que usa está basada en el supuesto rostro
de Guy Fawkes. El monólogo en cuestión que os voy a recomendar es precisamente
la introducción de la película, de la protagonista, una brutal Natalie Portman,
donde habla de V y de la valiosa lección que le enseñó. Habla sobre el inquebrantable
poder de los ideales, los cuales no perecen mientras persistan en el tiempo.
Gran introducción, que hace que la película comience con un nivel muy alto el
cual no perderá durante su transcurro. El monólogo del que hablo no es en absoluto el mejor de la película, pero no por ello es menos bueno, y he preferido destacarlo en esta ocasión debido a su relación con la fecha y la festividad. Para mí es sin duda una de las mejores
películas de superhéroes que hay, aunque no habría que catalogarla exclusivamente
dentro de este género, pues es mucho más que eso. Basada en la novela gráfica
Alan Moore, con un guión adaptado por las hermanas Wachowski (responsables
de Matrix), es una película que seguro estoy mencionaré más adelante en otras
entradas, pues está plagada de frases, discursos y secuencias emocionantes. Un verdadero
tesoro.
Te dejo con la introducción que
mencioné, y además os adjunto otra secuencia donde V habla del 5 de noviembre
mucho mejor de lo que yo he podido hacer. Espero que tras esta entrada, veas los ideales con otros ojos, y seas consciente de cuan importantes son, y que nunca mueren ni morirán mientras nosotros luchemos por ellos. Me gustaría de paso desearte un feliz 5 de
noviembre, pero como dije, llego tarde, así que bueno, en su lugar te deseo un
feliz 6 de noviembre, que nunca está de más.
“Nos dicen que recordemos los
ideales, no al hombre. Porque un hombre se puede acabar, pueden detenerle,
pueden matarle y pueden olvidarle. Pero 400 años más tarde los ideales pueden
seguir cambiando el mundo. Yo he visto con mis propios ojos el poder de los
ideales. He visto a gente matar por ellos y morir por defenderlos. No se puede
besar un ideal, tocarlo o cazarlo. Los ideales no sangran, no sufren y tampoco
aman. Pero no es un ideal lo que echo de menos, sino un hombre, un hombre que
me hizo recordar el 5 de Noviembre. Un hombre al que jamás olvidaré.”
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